miércoles, 14 de marzo de 2018

Estado Recomienda Monitorear la Salud de los Recién Nacidos

* En las Unidades de Salud del ISESALUD, existe el programa Control del Niño Sano

BAJA CALIFORNIA, 15 de MARZO.- La Secretaria de Salud invita a la comunidad a que hagan una revisión de las fontanelas o popularmente llamada “mollera”, necesaria para detectar posibles problemas de salud o desarrollo en el recién nacido, lo anterior debe tomarse en cuenta por los padres a fin de que reciba atención médica oportuna, haciendo hincapié en reforzar los conocimientos para la prevención y atención de la salud infantil. 

Guillermo Trejo Dozal, Secretario de Salud de Baja California, explicó que existe un conocimiento popular que históricamente reconoce el hundimiento de la cavidad superior del cráneo infantil como un deterioro en la salud que debe atenderse; en la actualidad este conocimiento se refuerza con las evidencias científicas que establecen la necesidad de estar al pendiente del desarrollo de las fontanelas.

Por su parte, el Jefe de Neonatología del Hospital Materno Infantil de Mexicali, José Ángel de León Garza, explicó que las fontanelas son las aberturas más amplias que separan los huesos del cráneo del recién nacido; permiten que los huesos de la cabeza se superpongan entre sí en el parto para facilitar la salida del bebé y se expandan para que el cerebro vaya aumentando su tamaño.

Informó que en las Unidades de Salud del ISESALUD, existe el programa denominado Control del Niño Sano, con acciones muy específicas para dar seguimiento al desarrollo integral del infante. 
Durante los primeros meses de vida del ser humano, el desarrollo y crecimiento es más acelerado, por eso los médicos monitorean su cierre para determinar un desarrollo y crecimiento normal, la tardanza del sellado puede ser indicativo de problemas de salud; por tal motivo, el funcionario estatal enfatizó la importancia de que los menores acudan a revisión médica mensual.

“El hundimiento de las fontanelas pueden ser signos de afectaciones físicas como deshidratación o desnutrición. En algunos casos el infante puede presentar diarrea o problemas digestivos”, agregó de León Garza.

Es normal que en esos orificios se detecten abultamientos cuando el bebé tose, llora o vomita, pero si el menor está relajado y presenta este abultamiento acompañado de irritabilidad o fiebre, es necesario consultar el médico para que atienda su estado de salud y evitar medidas alternativas para corregir hundimientos o abultamientos que pueden agravar su condición.

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